Cuando pensamos en proteger a nuestros seres queridos, solemos centrarnos en su bienestar diario: educación, salud, vivienda… Pero, ¿qué pasaría si mañana tú ya no estuvieras para cuidarlos? Aunque es incómodo imaginarlo, el seguro de vida existe precisamente para ofrecer esa tranquilidad: la certeza de que, pase lo que pase, tu familia estará protegida económicamente cuando más lo necesite.
En este artículo te explicamos qué es un seguro de vida, cómo funciona, a quién va dirigido y por qué deberías planteártelo si tienes personas a tu cargo. Además, te damos ejemplos concretos para que veas cómo puede marcar la diferencia en situaciones reales.
¿Qué es un seguro de vida y qué cubre?
Un seguro de vida es un contrato con una aseguradora mediante el cual, a cambio del pago de una prima (mensual, trimestral o anual), se garantiza una compensación económica a los beneficiarios designados si el asegurado fallece o, en algunos casos, queda incapacitado de forma permanente.
Principales coberturas del seguro de vida:
- Fallecimiento: la aseguradora paga una cantidad de dinero a los beneficiarios elegidos por el asegurado.
- Invalidez absoluta y permanente (opcional): el asegurado recibe el capital asegurado si una enfermedad o accidente le impide trabajar. Se puede añadir doble capital si el fallecimiento o invalidez se producen por un accidente. Este se puede convertir en triple capital si es por accidente de circulación.
- Enfermedades graves (en algunas pólizas): adelanto del capital si se diagnostican patologías como cáncer, infarto, etc.
El objetivo es proteger económicamente a los dependientes del asegurado: cónyuge, hijos, personas a su cargo o incluso socios en el caso de profesionales autónomos.
¿Quién necesita un seguro de vida?
Aunque no existe una “edad ideal” para contratar un seguro de vida, sí hay situaciones personales y familiares que deberían activarte la alerta:
- Tienes hijos menores o personas que dependen económicamente de ti.
- Tienes una hipoteca u otras deudas importantes que recaerían sobre tu familia.
- Eres autónomo o empresario y tu negocio depende directamente de ti.
- Eres el principal sostén económico del hogar.
👉Un error común es pensar que el seguro de vida es solo para personas mayores. Cuanto antes se contrata, más económico suele ser, y se pueden cubrir riesgos futuros sin complicaciones médicas.
Ejemplo real: el impacto económico de no tener un seguro de vida
Imaginemos el caso de Laura y Marcos. Ella trabaja como autónoma, él tiene un contrato fijo y juntos tienen dos hijos. Laura fallece de forma repentina a los 38 años en un accidente. No tenían seguro de vida.
Además del duelo, Marcos se enfrenta a una reducción de ingresos de más del 40%, mientras siguen llegando los pagos del préstamo personal de Laura y el coste de las actividades escolares de los niños.
Si Laura hubiera tenido un seguro de vida de 100.000€, esa indemnización habría permitido a su familia hacer frente al primer año de gastos sin agobios, pagar la deuda pendiente y reorganizar su vida sin urgencias.
¿Cuánto cuesta un seguro de vida?
Contrario a lo que muchos piensan, un seguro de vida no es caro. Por ejemplo, una persona de 35 años, no fumadora y sin enfermedades previas, puede contratar un seguro de vida con capital asegurado de 100.000 euros por menos de 10€ al mes.
El precio final depende de varios factores:
- Edad
- Estado de salud
- Capital asegurado
- Coberturas incluidas
- Profesión del asegurado
Lo recomendable es comparar opciones con ayuda de una correduría de seguros, que podrá asesorarte de forma imparcial.
¿Cómo elegir el mejor seguro de vida?
Para contratar un seguro de vida que se adapte a tu situación personal, ten en cuenta:
- Capital asegurado adecuado: calcula tus ingresos anuales, hipoteca, préstamos y costes de vida de tu familia.
- Coberturas necesarias: más allá del fallecimiento, ¿te interesa incluir invalidez o enfermedades graves?
- Duración del seguro: puedes elegir una cobertura temporal (por ejemplo, mientras dure una hipoteca) o permanente.
- Beneficiarios claros: designa de forma precisa quién recibirá el capital asegurado.
Una correduría de seguros puede ayudarte a analizar estas variables y ofrecerte distintas opciones adaptadas a tus necesidades.
¿Qué pasa si ya tienes un seguro de vida vinculado a la hipoteca?
Muchas personas creen estar cubiertas porque contrataron un seguro de vida al firmar la hipoteca. Sin embargo, en la mayoría de los casos:
- El banco es el beneficiario, no tu familia.
- La cobertura solo cubre la deuda hipotecaria, no otros gastos.
- No está adaptado a tu situación personal, sino al interés del banco.
Por eso, es recomendable tener un seguro de vida independiente, que proteja realmente a tus seres queridos.
Conclusión: protege lo que más importa
El seguro de vida no es un gasto, sino una herramienta de previsión. No se trata de pensar en lo peor, sino de tener la tranquilidad de saber que, si algo te ocurriera, tu familia podría seguir adelante sin agobios económicos.
Hoy más que nunca, es importante transferir los riesgos personales y financieros que podrían poner en peligro el bienestar de quienes más quieres.
En Aenus sabemos que proteger a tu familia no puede esperar. Descubre ahora cómo un buen seguro de vida puede marcar la diferencia