

Tras años de ensayo y de más de 3.000 vuelos de prueba, esta semana Ala Aviación, una iniciativa impulsada por Alfabeto , la matriz de Google , ha empezado a ofrecer una forma comercial servicio de reparto de paquetes utilizando drones eléctricos, pequeños aviones teledirigidos o semiautónomos de aspecto y tamaño parecido a lo que se puede comprar en las tiendas. Inicialmente Wing presta servicio en barrios de Canberra, Australia.
Según el ala "la entrega con drones es el modo de transporte más seguro, rápido y respetuoso con el medio ambiente, y todo el mundo puede beneficiarse de pequeños artículos en cuestión de minutos, en la casa o donde sea que estén".
Alimentos frescos, café caliente y productos farmacéuticos de libre disposición son algunos de los productos que han sido transportados los aviones no tripulados en sus primeros vuelos comerciales. Los productos se encargan a través de una aplicación que centraliza los productos disponibles.
Con un tiempo de entrega que se mide en minutos, los drones de Wing posibilitan el pedido y la entrega de "café caliente", que llega como tal a su destino.
Precisamente la entrega en minutos de productos de comercios locales es uno de los aspectos más interesante del proyecto Ala, que incorpora el pequeño comercio a la tendencia de compra en línea y de entrega inmediata.
La puesta en marcha, la financiación por Google, la actividad en 2012 con el propósito de transportar en drones, desfibriladores para la atención médica y las respuestas de los ataques cardíacos, pero también aprendí la tecnología de los drones. ser completamente fiable ".
El aspecto de la fiabilidad se convierte en esencial para la certificación de los drones de Ala, un requisito que cualquier autoridad aérea exige para el vuelo de aeronaves sobre los núcleos urbanos y la población: los drones de Ala deben mantener una altura mínima de 5 metros y no pueden volar dentro de una radio de dos metros alrededor de cualquier persona.
Los destinatarios no se aproximan al dron para recoger la carga; en cambio el dron deposita el pedido en el suelo, en el terreno frente a la vivienda, y el receptor no puede recoger el paquete hasta que el dron se haya retirado a una distancia segura.
Actualmente, el servicio de comunicaciones entre el aire y el avión se encuentran en algunos barrios del extrarradio, incluyendo Crace, Palmerston y Franklin, pero la compañía anuncia que en los próximos meses y meses planea ampliar la cobertura del servicio a otros barrios próximos a la capital australiana como Harrison y Gungahlin.